Viernes 22 Diciembre
Lucas 1, 46-56
~ Entonces dijo María:
“Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador ~
María pronuncia a nombre del Israel fiel, este cántico. Ella ha escuchado interiormente a Dios, y así ha leído su propia historia. Reconoció con humildad que el Señor actuó en su vida.
Con María, también nosotros, los que seamos capaces de creerle a Dios, podemos cantar esta oración de alabanza y de alegría. Ella celebra la gracia divina que ha llenado su corazón y su vida, haciéndola Madre del Señor. Nosotros podemos celebrar la gracia que recibimos en los sacramentos y la vida nueva que empezamos a vivir.
En el cántico del Magníficat, María no ve solo lo que Dios ha hecho por ella, sino también lo que hizo y hace continuamente en la humanidad. Se puede decir que María canta, tomando en cuenta las voces de los oprimidos, y el murmullo de cuantos balbucean el nombre de Dios; así nosotros, podemos leer el cántico del magníficat desde una fe liberadora, y cantarlo con pasión, en el gozo y el agradecimiento de cuantos están siendo liberados en Cristo.
Oración:
Señor, como María, queremos glorificarte en esta oración. En mi hogar queremos que nuestro espíritu se llene de gozo, en el encuentro contigo, en esta Navidad y siempre, en la intimidad de nuestra oración. Gracias por tu misericordia y amor. Amén.