Jueves 25 Mayo
Juan 17, 20-26
~ Como tú, Padre, en mí y yo en ti,
que ellos también sean uno en nosotros,
para que el mundo crea que tú me has enviado ~
Jesús ora por la comunidad del futuro. Por nosotros y por quienes vendrán a creer por medio de nuestro testimonio.
El mensaje del Padre, que Jesús ha dado a sus discípulos, y que quiere que se siga transmitiendo a los creyentes de todas las generaciones, es el amor. Y como el amor no se puede proponer sino vivir, a la hora de entregarlo, nos entregamos nosotros mismos, con la convicción misma de Jesús, su vida y su muerte por amor.
Al centro de este episodio de la larga oración de Jesús encontramos “la unidad”, que es la prueba y la expresión del amor. En eso se distinguirá la comunidad: en que su unidad es parecida a la que existe entre el Padre y Jesús. Pero, ¿cómo es esta unidad? Es conocimiento de amor, certeza de amor, comunicación continua de vida y de amor.
Podemos pensar aquí en tres niveles de “unidad”: primero, la unidad interior, es decir, personal; en segundo lugar, la unidad como comunidad, grupo o familia; y, por último, la unidad con Dios.
Para Jesús, la comunidad que ha fundado y la comunidad del futuro ––o sea, nosotros–– existe solo si nos permitimos ser cada vez más en la comunidad de su Espíritu, igual que nuevo santuario. Y como discípulos que, más que predicar el amor, lo actúan en obras concretas que cambian vidas.
Si volvemos a leer el Evangelio que tenemos en nuestras manos y tratamos de interpretar los sentimientos de Jesús, cuando pide al Padre Dios que seamos “uno” como ellos lo son, entenderemos que Jesús nos ama tanto, que quiere elevarnos, que seamos iguales a él, que gocemos del mismo amor del Padre con que él goza, para que su unión con nosotros sea plena.
Esta es la gloria de Jesús y la nuestra, si lo aceptamos: que seamos uno como comunidad de vida y uno con Dios. Y, por supuesto, que nuestra unidad inspire las comunidades del futuro.
Oración:
Señor Jesús, yo quiero responder a tu deseo de amor y de unidad. Me vienen muchas imágenes de la manera en que podemos ser uno contigo y con tu Padre.
Permite que en mi familia logremos una unidad tan bella como la que deseas. Que vayamos siempre más allá en la comunicación de nuestra vida y amor; y que al final, podamos estar con ustedes, en tu gloria y en la eternidad. Amén.