Martes 1 Junio
Marcos 12, 13-17
~ Devuelvan al Cesar lo que es del Cesar,
y den a Dios lo que es de Dios ~
Los dirigentes envían a los fariseos y a los herodianos con la misión de hacer caer a Jesús en una contradicción. Incomoda que traten de adularlo para que se le vaya la lengua —Maestro, sabemos que eres sincero y que no te importa de nadie…—, y así comprometerlo. Si afirma que hay que pagar al Cesar perdería la credibilidad del pueblo; y si lo niega, se le consideraría un rebelde, provocaría que lo detuvieran.
En el centro de este Evangelio, está en juego “el poder”: el del Cesar como dominio político que se basa en la dependencia económica, y el de Dios que se sustenta en renunciar a dominar y a explotar al pueblo.
Fascina que Jesús les cambie la comprensión: en lugar de pagar al Cesar, los invita a devolver al Cesar su dinero, es decir, devolverle su poder. Jesús insta a los dirigentes a romper con el Cesar, que renuncien a depender de él económicamente, porque es justo esto lo que los esclaviza. De hacerlo así, se sigue que renuncien a explotar al pueblo para su propio beneficio. Y solo entonces, darán a Dios lo que es suyo: la fidelidad.
Es claro que Jesús propone pagar a la autoridad civil lo suyo, sin que esto impida cumplir con los deberes religiosos para con Dios. Estos dos deberes no se excluyen. Jesús no opone el Cesar a Dios. De aquí se sigue que no se opone lo político a lo religioso, ni el ejercicio civil al reinado de Dios.
Devolvemos el dinero, es decir, liberémonos de toda ideología de poder y de dominio. Y hagamos que la soberanía de Dios se note en nuestra fidelidad a él por el ejercicio de la caridad, la justicia y la paz.
Oración:
Señor Jesús, libéranos de la ideología de la riqueza, el poder o la fama.
Que cada uno y en familia seamos libres para amarte y servirte; que ningún dominio económico o político pervierta nuestra fidelidad a ti, ni nuestra caridad con los más necesitados. Amén.