Hospedemos A Jesús…

Domingo 3 Noviembre

Lucas 19, 1-10

~ Hoy ha llegado la salvación a esta casa ~

Jesús alcanzó a Zaqueo. Lo vio encaramado arriba del árbol, esforzándose para poderlo ver. Es el momento en que Jesús se invita a su casa: “Bájate pronto porque hoy tengo que hospedarme en tu casa”. Se podría leer: “Bájate pronto porque quiero entrar en tu mundo íntimo, en el universo de tus relaciones para comprender qué pasa en lo más profundo de tu ser”.

Zaqueo estaba expectante a la llegada de Jesús. Venció la dificultad de su estatura, y se sacudió la mala imagen que tenía ante el pueblo, con tal de ver a Jesús. El resultado a su esfuerzo es un gran regalo, la posibilidad de intimar con Jesús.

La gran enseñanza de esta parte del Evangelio está al final, es posible salvar lo que se ha perdido.

Nosotros hoy podemos hospedar a Jesús al modo de Zaqueo: buscándolo, venciendo las dificultades que nos impiden encontrarnos con Él. Y también queremos aprender esta dinámica de Jesús para llamar a la enmienda: no haciendo señalamientos o descalificando a los demás, sino buscando lo que parece perdido.

Oración:

Señor Jesús, a veces me siento bajito en la fe, a semejanza de Zaqueo. Tengo necesidad de buscarte. Haz que me esfuerce en alcanzarte a ver, y tú no pases sin mirarme; llámame como a Zaqueo y entra en mi casa interior. Cámbiame, transfórmame. 

Permite que junto con los míos, ayudemos a los pobres, que restituyamos a quienes hemos defraudado. Que nos atrevamos a tomar acciones determinantes liberadoras, al estilo de Zaqueo. Señor Jesús, haz de nuestra enmienda algo serio, que nos familiarice contigo. Ven y hospédate con nosotros. Amén.