Viernes 8 Septiembre
Natividad de la Santísima Virgen María
Mateo 1, 18-23
~ Miren que: la virgen concebirá y dará a luz un hijo ~
En el día en que celebramos la Natividad de María, escuchamos que su vida ha transcurrido envuelta en el misterio de Dios. Que una virgen de a Luz por intervención del Espíritu Santo, nos habla de una nueva creación, que supera incluso la descrita por Génesis 1,1ss. Entendemos que en Jesús, nacido de María, la creación alcanza su plenitud. De forma semejante nació María, ligada a este designio de Dios. Todo lo que acontece en ella y en torno a ella, está en continua comunicación de vida y de amor en Dios. Esto es algo que José, el justo, entendió muy pronto. Si fue en un sueño, en una visión o simplemente a través del convencimiento de fe, no es relevante. Lo que importa es entender cuando Dios está interviniendo en nuestras vidas.
María y José debieron discernir a cada paso, el proyecto de Dios; se atrevieron a llegar al fondo de estas realidades trascendentes.
Si cuando estamos confundidos aguzamos nuestros sentidos espirituales para escuchar a semejanza de José: “…no dudes en recibir en tu casa a María…”, es decir no dudes en llegar al fondo de los acontecimientos que parecen incomprensibles, no te retires mirando solo desde las superficialidades de tu condición humana, creo que empezaremos a descubrir la obra de Dios en nuestras vidas y la razón última por la cual Dios se tiene un plan con nosotros.
Atrevámonos a llegar al fondo de las razones de Dios. Desarrollemos nuestra habilidad mínima para leer señales trascendentes y el ordenamiento natural de nuestra razón y de nuestra fe.
Oración:
Señor Jesús, permite que en nuestra familia, no llevemos prisa para juzgar a nadie, sino para llegar al fondo del plan que tienes para salvarnos. Que a imagen de María y José permitamos tus razones para hacer de nosotros una nueva creación. Amén.