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Así estamos tú y yo, sobre el andén del sepulcro en el día de La Resurrección. Si pudiéramos ver la otra dimensión, la de la vida trascendente, veríamos el andén repleto de personas que fueron
santas, los primeros en abordar el tren son los que siguieron a Cristo, los que dieron la vida por Él, los niños y los pobres, porque eran sus predilectos, los arrepentidos, los inocentes y…”
