Amemos Liberando

Domingo 15 Mayo

Juan 13, 31-35

 

~ Que, como yo los he amado,

así se amen también ustedes los unos a los otros ~

 

El discurso de Jesús, en la Última Cena, “Luego que Judas salió del cenáculo”, tiene un tono de despedida; como en toda despedida, los sentimientos se desbordan y el amor reclama su permanencia.

 

Jesús ha querido quedarse presente en la vivencia del amor. Por eso les da el mandamiento “nuevo”, que no es ya un mero cumplimiento de la ley, sino una experiencia liberadora. Amar al modo de Jesús libera de todo dominio y pretensión.

 

El amor que Jesús quiere de sus discípulos es un amor visible, es el distintivo con el que sabrán que son sus discípulos. Lo que los discípulos han aprendido respecto del amor no es una doctrina, sino un comportamiento. Cuando escuchamos el mandamiento nuevo de Jesús: “que se amen los unos a los otros como yo los he amado” entendemos que hay que amar acogiendo al otro, y que hay que ponerse al servicio de los demás para darles libertad y dignidad.

 

La identidad de los discípulos es esta: que amen liberando personas. Su estatuto como nueva comunidad cristiana es el amor de obra, el amor visible, el amor de caridad.

 

Oración:

Señor Jesús, que yo no ame por mí mismo, de forma egoísta o pretensiosa, sino con el amor que viene de ti, de tu Padre y de la experiencia que viva con ustedes. Haz que nuestra familia crezca en este amo y que acojamos y sirvamos a los demás, sin pretender correspondencia. Amén.