Los Testigos Vivimos

Día 31 Marzo, Domingo de Resurrección

Juan 20, 1-9

~ Entonces entró también el otro discípulo,

el que había llegado primero al sepulcro;

vio y creyó ~

Aquella mañana del primer día después del sábado, cuando todavía estaba oscuro, y Magdalena vio removida la piedra que cerraba el sepulcro, y Pedro y Juan encontraron los signos de que Jesús estaba vivo, nosotros, los nuevos testigos, nacimos a la vida de la Buena Noticia. A partir de ese momento, todos los que nos asomamos a la tumba vacía, nos hacemos contemporáneos de los primeros testigos, y cobramos vida en la fe y el amor de Jesús muerto y resucitado.

Si hemos llegado hasta aquí en la celebración del misterio pascual, es porque creímos y acompañamos a Jesús en su ministerio primero, y luego en la entrega de su vida en la cruz. Somos testigos nuevos del gran acontecimiento que cambió el rumbo de la historia y el destino del ser humano.

Qué importante mantener vigente nuestro testimonio hoy. Especialmente cuando vivimos en un mundo en el que la realidad viene maquillada de irrealismo y simulación social, en el que pocos se atreven a testimoniar el realismo de la fe en la experiencia de Cristo resucitado.

Oración:

Señor Jesús, ilumíname para que pueda encontrar tu rastro de vida, no solo en los lienzos funerarios doblados en sitio aparte; sino llevado por el amor y la fe. Déjame correr detrás de María Magdalena y reconocerte junto con ella, así resucitado y tocarte. Déjame entrar después de Pedro al sepulcro y contemplar que las sábanas y vendas ya no te atan. Déjame entrar después de tu discípulo amado, ver y creer.

Haz posible que junto con mi familia recojamos tu vida de resucitado. Amén.